Hogar del bosque seco
Guanacaste alberga uno de los ecosistemas más singulares y valiosos de Costa Rica: el bosque seco tropical. Este tipo de bosque, que se encuentra en pocas regiones del mundo, es un tesoro natural que florece durante la estación lluviosa y se transforma en una pintura de tonos ocres durante la estación seca. Sus areas silvestre protegidas como Santa Rosa y Rincón de la Vieja protegen esta biodiversidad única, donde conviven especies emblemáticas como los monos congo, los venados cola blanca y una gran variedad de aves.
Riqueza cultural y gastronómica y calidez de su gente
Más allá de su belleza natural, Guanacaste se distingue por su rica herencia cultural. Las tradiciones sabaneras, la música del marimba y las fiestas populares son testimonio de un pueblo orgulloso de sus raíces. La gastronomía local, con platillos como el gallo pinto, el arroz de maíz y los tamales guanacastecos, deleita a quienes buscan sabores auténticos. Pero lo que verdaderamente deja huella en quienes visitan esta provincia es la calidez y hospitalidad de su gente, siempre con una sonrisa y dispuestos a compartir su cultura.
Variedad de hábitats: playas, montañas y ríos turquesa
Guanacaste es un destino donde la diversidad natural se vive a cada paso. Desde sus paradisíacas playas de aguas cristalinas, ideales para relajarse o practicar surf, hasta sus imponentes montañas y volcanes que invitan a la aventura. Ríos de aguas turquesas serpentean entre paisajes exuberantes, creando escenarios perfectos para explorar y conectarse con la naturaleza. Este mosaico de ecosistemas convierte a Guanacaste en un lugar incomparable para quienes buscan experiencias auténticas en armonía con el entorno.