La pesca deportiva en Barra de Parismina destaca por ser uno de los mejores lugares del mundo para capturar sábalos reales, tarpón o rey plateado, especies altamente valoradas por los pescadores que viajan desde lejos para experimentar el Caribe de Costa Rica. Estos peces pueden alcanzar tamaños impresionantes, llegando hasta los 2,5 metros de longitud, convirtiéndolos en un gran trofeo para quienes practican este deporte. La pesca se realiza principalmente desde embarcaciones, aunque también es posible pescar desde la orilla en las desembocaduras de Barra de Parismina y Barra de Jalova, donde las posibilidades de encuentro con estas especies son especialmente altas.

El róbalo se pesca en ríos, lagunas y playas. En el lado caribeño, hay cuatro especies de róbalo. La temporada de róbalo gordo (calva) comienza en diciembre y ofrece la oportunidad de capturar muchos róbalos con equipo ligero. Esta especie es más pequeña y suele pesar entre 5 y 8 libras. Los ejemplares gigantes que han hecho famosa a Costa Rica en el mundo de la pesca se capturan generalmente en la desembocadura de los ríos. Aunque es raro ver muchos peces, existe la posibilidad de atrapar un róbalo de más de 35 libras.

En su tramo inferior, el río Reventazón, uno de los más caudalosos de Costa Rica, se une con el río Parismina. Esta área, especialmente cerca de la desembocadura, tiene una excelente reputación por su rica pesca. Varios lodges de pesca ofrecen todas las comodidades necesarias para practicar la pesca deportiva en esta zona, que limita al norte con el sur del Parque Nacional Tortuguero. El embarcadero de Caño Blanco es el punto de partida para muchos viajes hacia este parque nacional, destacándose como una puerta de entrada importante para los exploradores de la región.