Experiencia
El Refugio Nacional de Vida Silvestre Gandoca-Manzanillo es un ejemplo destacado de conservación en el Caribe Sur de Costa Rica, protegiendo una variedad impresionante de ecosistemas que incluyen playas de arena amarilla, humedales como pantanos y lagunas, bosques anegados, arrecifes de coral y lechos de plantas marinas y algas. La gestión sostenible de estos ecosistemas es fundamental y se realiza en estrecha colaboración con las comunidades locales, siendo el centro de las acciones de conservación en el refugio.
Entre sus logros de conservación se encuentra la protección de aproximadamente 5 km² de arrecifes coralinos frente a puntas Uva, Manzanillo y Mona, con especies de coral como cerebriformes y abanicos de mar. Además, se destaca por preservar el único banco natural de ostión de mangle (Crassostrea rhizophorae) en la zona de arrecifes costeros.
El refugio también alberga una laguna que contribuye a clasificar esta porción de la costa atlántica como bosque húmedo tropical, junto con bosques primarios de gran valor, incluyendo el único remanente de bosque de cativo en el Caribe sur del país al sur de Punta Mona. La diversidad de hábitats terrestres y acuáticos, incluyendo hábitats dulceacuícolas y marinos, hacen de Gandoca-Manzanillo un santuario para la biodiversidad, protegiendo especies amenazadas como el manatí y varias especies de tortugas marinas.
Además de su valor ecológico, el refugio es un destino atractivo para científicos y visitantes en busca de recreación debido a su combinación única de paisajes naturales y culturales, que incluyen una rica herencia local.